...o cómo cagarla en equipo.

jueves, 18 de octubre de 2012

Cuestión de hablarlo

  ¿Que de donde vengo?
¿Y porque no, hacia donde voy?
 La radio me da la terrible noticia "Radio Flaixbac. Son las 6"
20 minutos antes sonaba Pitbull. Otra vez. A veces sienta bien escuchar música comercial, nubla el juicio y deja paso a una euforia inexplicable.
Incluso me dan ganas de moverme, pero sigo con mi mano debajo de la almohada, abrazandola y esperando caer sin darme cuenta en ese proceso en el que aun estando despierto, comienzas a apreciar situaciones más propias de un sueño.
 No lo consigo. Tampoco importa demasiado, llevo toda la noche despierto y acostarme ahora sería un insulto a la fase REM y al señor William Dement que tantas veces se quedó despierto para descubrir ésta.
 Además, creo poseer el don de ver el futuro inmediato y sé que en aproximadamente 3 horas, la mujer que me parió me despertará a golpe de aspiradora, fardando de su día libre. Yo tengo todos los días de mi vida libres, y se lo restriego durmiendo. Es normal que me guarde rencor.

 Es normal que me guarde rencor. Es normal que me guarde rencor, también a mi mismo.
  ¿Que clase de vida es esta?
 Aun tumbado y con la mano en el paquete, me vuelve la pregunta a la cabeza. 

  ¿Hacia donde vas chico?
 La voz en mis oídos, una voz que viene de dentro, suena como la mía pero con más fuerza, seguridad y sinceridad que la mía, es decir, suena mejor que la mía. Tiene "el toque" y la gracia que yo tengo.
Pero la diferencia de que el lo sabe y yo sinceramente "no lo sé".
 Si tuviera que darle aspecto sería el mio, pero mejor. Mucho mejor. Sentado con una pierna encima de la otra, mientras se enciende un cigarrillo,el pelo rubio bien peinado del cual cae un mechón que brilla sin siquiera necesitar un foco de luz. Unas gafas de sol medio caídas, barba de 3 días y una chaqueta cojonuda. Desprende encanto por cada uno de los poros de su piel.

Un aire de saberlo todo rodea cada palabra y gesto que ejecuta. Todo sobre el y todo sobre mí. Y cada vez que sus gafas se posan en algún punto, parece capaz de ver a través de cualquiera sin siquiera mirarlo fijamente.

 Esto no es nuevo, me sucede desde años atrás, incluso antes de haber visto "El Club de la Lucha". Pero como es obvio no puedo evitar sentirme identificado con el protagonista de esa película interpretado por Eduard Norton, y de nombre desconocido.

 Viene a recordarme quien es él, quien soy yo y a donde queremos ir. Se levanta guardando el mechero a la par que anda hacia mí.

 Y comienza un monologo, con un aire y tono capaz de hipnotizar a una convención de sordos. Gesticula aún con el cigarro entre los dedos, creando figuras con el humo y consigue distraerte mientras se acerca poco a poco. Es un showman, un mago. Ojalá pudierais verle. Ojalá pudierais verme.

-"El tiempo pasa, chico.
 Y lo pierdes jodidamente bien. Quiero decir, fíjate, de verdad, pon tus neuronas a trabajar, haz que se pongan el casco e intenta comprender.
 Toma conciencia de lo que realmente es el tiempo y piensa en ello. Cada segundo, cada jodida centésima, cada puta milésima de segundo de mierda hace cambiar el mundo de una manera que no abarcarías ni en 10 años de tu vacía vida.

""Milésima que supone, el momento en el que alguien que no eres tú está haciendo algo acojonante.
 Ya sea cerrando un trato multimillonario, viajando por... una jungla, inventando algo que todo el mundo necesita.... descubriendo la cura contra la estupidez! Te vendría bien.
O porque no, el momento en que algún tío al que se le cae el pelo está inseminando de una forma bastante penosa a la que, en el peor de los casos podría ser la madre de tus hijos. Y tu estás tumbado en tu cama. Espera... Eso es el sofá? Já!
 Una caja de sorpresas.
  Eres capaz de pasarte horas pensando sobre cualquier cosa y planteándote cualquier situación por absurda e inesperada que sea. Pero no eres capaz de soltarle un directo a la realidad y destrozarle su cara dura como el cemento.
Mírate. Tienes talento, buen juicio. Una buena cabeza, llena de un buen cerebro y una intuición afilada como un alfiler... Eres joven y con buena planta. No se como estarás dentro de 15 años, pero de veras, mírate. Mírame!
Tu problema es que no sabes aprovechar todo lo que te ha tocado"

 Desde detrás del cristal me observo y lo noto porque yo quiero que así sea. Jugar con algo tan invariable e inmutable como el tiempo es una buena táctica para acojonar a cualquier tipo de persona.

"-¿Te parezco alguien que duerme en un sofá? ¿O que se pasa el día esperando que le caiga una oportunidad? Teniendo en cuenta que soy tú, si, así es. Pero porque tú quieres. Y aun así puedes darte con un canto en los dientes de que todo lo que has imaginado puede ser cierto. Dinero.. mujeres... Libertad? Nah, se que eso no lo necesitas.
 Puedo hacerte mover el culo en la dirección que toca, si aceptaras. Puedo ponerte delante de cualquier persona y conseguir lo que quieras de ella, la materia prima está aquí. ¿Ey, porque no? podría hacerte follar de nuevo, y así acabar con ese celibato impuesto. La erótica del poder!
Solo déjame conducir. Solo dejame hacer a mí."

 Quien no aceptaría una oferta así. Suena increible y es increible.
 Hecha la ley, hecha la trampa. No es la primera vez que sale a jugar, con sus trágicas consecuencias que consisten básicamente en que dejo de ser yo y me convierto en un capullo.
 Ese tío tan "genial" es un autentico capullo. Un capullo integral que destroza mis principios y los de cualquiera que se le plante delante y los pisotea como un terrón de barro, con tal de conseguir lo que quiere.
 En este momento decido contestar lo único capaz de volver a meter en vereda a ese creído, y hacerle ver cual es la mejor manera de que pueda tomar algo de voz fuera de mi sesera.

"-No seas estúpido. Tú eres yo"

 Tira el pitillo. Lejos, de entre los dedos. Con una sonrisa en los labios y un simple "hmm...". Y aguardo lo que siempre espero oír. El día que no sea así, podréis olvidaros de mi.

 "-Claro que si chico!... No solo yo voy a tener razón. ¿A donde voy sin ti eh? A ninguna parte claro... Pero  tampoco vas a ir muy lejos sin mí"

 Y tiene razón, el es que se ocupa de las noches de fiesta en las que salgo de casa con un brillo en los ojos.  De las entrevistas de trabajo cada vez más inexistentes. De las conversaciones adecuadas con una mujer. He de empezar a plantearme dejarle salir más. Aunque sigue siendo yo.

 "-Me largo, no hay nada que rascar aquí. Pero tarde o temprano me necesitarás. No me gusta que me den ordenes. Quizá algún día me canse de devolverte las llaves."

 Con algo de suerte recuerde esta conversación conmigo mismo y me sirva de impulso para hacer algo con mi vida. Pero estoy dormido, así que nada me asegura que así sea. Formo un buen equipo conmigo mismo y espero darme cuenta pronto, para no perder más tiempo discutiendo. Solo es cuestión de hablarlo.

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